Los desarrollos tecnológicos llevarán a las pantallas publicitarias o de informaciones a interactuar con el público.

La mejora de los sistemas inteligente de reconocimiento facial y personalización basados en fuentes de información abiertas extraídas de los aparato personales de los clientes potenciales generarán bases con datos estadísticos estándar de edad, sexo, preferencias y gustos, estilo en ropa y otros que podrían ser evaluadas.
Como los sistemas de reconocimiento facial mejoran, en algún tiempo la pantalla digital en la puerta de un edificio saludará por nombre y sugerirá el lugar al que dirigir al cliente, dependiendo del análisis de sus necesidades potenciales.
Una pantalla digital dejará de ser una superficie electrónica anónima y será un método de gran alcance para el marketing personalizado. Los aparatos digitales detectarán sus equipos personales y darán sugerencias basadas en la situación.
La personalización de la publicidad o de la ayuda informativa es posible si el software usado puede tomar decisiones independientes sobre qué y cuándo mostrar.
El dispositivo inteligente conducirá un análisis instantáneo de la información recogido de diversos sensores y bases de datos, ofrecerán un contenido óptimo en el momento correcto.
Si las pantallas digitales asumen funciones de inteligencia artificial, las zonas de servicio con tales pantallas pronto funcionarán sin ayuda humana. Los clientes se deberán acostumbrar a un nuevo tipo de interacción: hombre-máquina.
Naturalmente, alguien se podrá considerar amenazado en su intimidad por estas tendencias, después de todo, la gente será objeto bajo observación. Sin embargo ésta es una cuestión de seguridad y de acceso restricto a las bases de datos y a la protección de datos.

18 de abril de 2018 – ep